Su vida ha estado ligada al mundo de la construcción desde muy pequeño. Ha sido parte fundamental en la construcción de varias obras arquitectónicas, tanto en Puente Alto como en otros lugares del país.

Trabajando en la refacción de una casa que estaba abandonada hasta hace poco, cerca de Balmaceda con Eduardo Cordero, se encontraba Luis Cabrera (74), puentealtino que prácticamente toda su vida ha estado ligada al rubro de la construcción, lo que le ha llevado a recorrer Chile, llegado incluso hasta el vecino país de Argentina.

“A la comuna llegué cuando tenía 4 años. Mis padres agricultores de Molina, se dedicaban a la agricultura, laborando en los fundos de viñas del sector. Mi papá fue trasladado a la capital, al llegar comenzó a trabajar en los fundos de la Viña San Carlos”, recuerda don Luis.

Ya en la capital provincial, cursó sus estudios en la Escuela Matte. Cuenta que a los 14 años tomó cursos técnicos de “construcción y jefe de obras”, en la Escuela de Construcción Civil de la Universidad Católica.

“De chico, comencé a trabajar con Juan Ramírez, un arquitecto muy destacado y reconocido por esos años, que en su currículo cuenta con construcciones tan importantes como la Biblioteca Nacional y  varios edificios emblemáticos en el país. Él me llevaba a las obras, a trabajar de ayudante. Así fue como desde muy joven le tomé el gusto a este mundo de la construcción. Yo era prácticamente un hijo para el… ¡fíjese que hasta tuvo la intención de adoptarme!”, comenta.

Con el tiempo, llegó a ser jefe de obras, enfocando de esta forma su labor a la supervisión de construcciones (y de trabajadores), chequeando que todo se realice de forma correcta, no dejando nada al azar y revisando minuciosamente terminaciones y medidas.

RECORRIENDO CHILE CONSTRUYENDO

Consultado por cuáles han sido las obras (construcciones) más destacadas en las que ha participado, dice que no sabe por dónde empezar. “Hice por ejemplo, la refacción, reparación y ampliación de la casa de la familia Cueto, dueños de LAN Chile, les fabriqué  casas a los Briones en el Otoñal con El Alba, familia dueña de empresas de cementos. También estuve involucrado en la construcción de 120 casas en Concepción, en la Villa Esmeralda, he levantado edificios en La Dehesa, y una bomba de bencina en Punta Arenas. He laborado en proyectos en varios lugares de Chile, como la Planta de Gasco en el Belloto Norte en Viña del Mar”.

Agrega que en una oportunidad, de igual forma por trabajo, viajó a Argentina, a la Viña San Pedro en Mendoza, “ahí me tocó hacer las pipas de los vinos. Y acá en Puente Ato, fui jefe de obra en la construcción de los supermercados Montserrat: el que está en Gabriela con Camilo Henríquez, el de México y el de El Peñón. Fuera de la comuna, en Montserrat de Conchalí, Quilicura, Isla de Maipo y Malloco, entre otros”.

            De sus siete hijos, dice que uno solo, Cristián, siguió sus pasos, y que actualmente se encuentra realizando los arreglos del canal Santa Marta en la comuna de Maipú. “Le pega harto… ¡es que tuvo un buen maestro, yo le enseñé de chiquito!”, afirma entre risas.

(Nota y fotografías en edición impresa de sábado 10.8.19)