“Septiembre es sin lugar a dudas el mejor mes del año para el negocio”, señala el dueño de “Las Pipas de Yáñez”, de cara a las próximas –y extensas- celebraciones de Fiestas Patrias.

“Las Pipas de Yáñez” es uno de los locales más populares de expendio de licores en Puente Alto (Eyzaguirre #365), un negocio familiar de 60 años de tradición en la comuna, y que desde hace tres décadas administra Rafael Yáñez, quien además se encarga de entregar una atención personalizada a cada uno de sus queridos clientes.

“Mi abuelo, Román, tenía un campito en Hualve, por Cauquenes, dos cuadras de viña, en donde empezó a hacer las primeras chichas y vinos, que vendía a gente del lugar y negocios de la zona. En 1960 mi padre llega a Puente Alto, forma familia, y con todo lo aprendido en sus tierras,  abre un local, que estaba ubicado primero en Arturo Prat con Uruguay, dedicado a la venta de vinos pipeños y chicha, traída desde el sur del país”, señala don Rafael, contando sobre los inicios del negocio en la capital provincial.

Cuenta que desde pequeño estuvo ‘empapado’ de todo este ambiente rural, yendo a las vendimias y experimentado el trabajo en viñedos. “Nos íbamos de vacaciones todo el verano con la  familia a Cauquenes. Me gustaba mucho ir allá, y ver todo el proceso del vino, la chicha, crecí rodeado de esta cultura”, recuerda.

Fue así como desde joven comenzó a ayudar a su padre en “Las Pipas de Yáñez”, en sus tiempos  libres después de salir de clases.  Tras 30 años, la salud de su progenitor lamentablemente comenzó a deteriorase, haciéndose así cargo Rafael del negocio a partir de 1990, actividad que realiza hasta la actualidad.

“Soy el menor de cinco hermanos, todos ya tenían su vida hecha cuando mi padre se enfermó… se puede decir que por circunstancias de la vida terminé administrando el local, pero la verdad siempre me ha gustado este ambiente, y además ya conocía todo el  ‘tejemaneje’ del negocio, como se dice, así que asumí la responsabilidad. Eso fue en 1990, pero anteriormente ya había probado suerte en otros rubros, abriendo una botillería y  un restaurante de comida típica chilena, todo bajo nombre ‘Las Pipas de Yáñez’, sinónimo de calidad”, indica.

CALIDAD Y TRATO CORDIAL

Desde ya a mediados de agosto, “Las Pipas de Yáñez” dio por inaugurada su temporada “dieciochera”, de cara a la celebración de las próximas Fiestas Patrias, que este año se extenderán por un periodo de cinco días (e incluso una semana, para algunos trabajadores). En sus dependencias es posible ver ambientación con colores y emblemas patrios por doquier.

“Septiembre es sin lugar a dudas el mejor mes del año para el negocio”, afirma Yáñez. “La gente nos sigue eligiendo en todos este tiempo por la calidad de nuestras productos, ya que seguimos trabajando con las mejores marcas de vinos. Detalles como el envasado y etiquetado, por ejemplo, influyen mucho. En el caso del pipeño, éste se hace con uva Italia, que es la mejor, la que se da en la 7º y 8º región, en parras que crecen pegadas al suelo”, agrega.

Se emociona al comentar que tres generaciones de clientes ya han pasado por el local, “padres, hijos y nietos llegan hasta hoy a las Pipas, lo que da un sello a nuestro negocio, por la cordialidad de su atención. Es algo muy bonito”, concluye.