*Pasar de una hora -en promedio- a tres horas de desplazamiento está afectando la calidad de vida de los ciudadanos de la comuna.

*Autoridades estiman que a mediados del 2021 posiblemente vuelva el servicio de la Línea 4.

*Planificador urbano apuesta por repensar la ciudad y los polos laborales, a fin de terminar con la segregación y continuar con los prolongados desplazamientos.

Las cifras son desoladoras.

De acuerdo al gerente general de Metro de Santiago, Rubén Alvarado, de las 136 estaciones de la red, 118 presentan un nivel de daño, los que bordean los US$380 millones.

Lo más crítico y que nos toca directamente, es que la Línea 4, que conectaba desde la misma Plaza de Puente Alto hasta Tobalaba estará meses cerrada.

Este servicio, que une Providencia  con la comuna  a lo largo de 24,7 kilómetros, sufrió incendios en cinco de sus puntos de acceso.

Hoy, solo opera entre Tobalaba y Quilín.

“La línea 4 y 4A es probable que estén meses paralizadas. El diagnóstico es catastrófico”, ese fue el duro balance del presidente del directorio de Metro, Louis de Grange.

Lo cierto, es que los ataques a las estaciones, por ejemplo Trinidad, fueron de tal magnitud que no es posible habilitarla en uno o dos meses.

A todo esto, se suman 10 trenes quemados.

Es más, casi la mayoría de los atentados afectaron a partes sensibles del sistema eléctrico y computacional.

Todo ese sistema debe ser cambiado. Es decir, con cableado nuevo, productos que deben ser importados.

Un pronóstico alentador es que el servicio vuelva a mediados de 2021, aunque por el momento solo hay estimaciones.

El golpe al Metro fue letal para la Región Metropolitana, en especial para las dos comunas más grandes del país: La Florida y Puente Alto.

Cerca de un millón y medio de personas están afectadas por esta situación, ya que el cambio de sus rutinas y vida familiar ha sido brusco y con un alto costo emocional.

“No vamos a poder mover ni con relativa normalidad a los 7 millones de santiaguinos por varios meses”, enfatizó el presidente del Metro.

CUIDAR EL METRO

El senador Manuel José Ossandón (RN), dijo esta mañana en entrevista con radio Cooperativa, que tuvo información relativa a una eventual quema de estaciones de Metro, en la previa de las protestas que se desencadenaron el día viernes y, que entregó los datos a La Moneda.

El parlamentario dijo que un hacker de Puente Alto, comuna de la que fue alcalde, le dijo que “grupos de personas están conectados por videojuegos y van a quemar las estaciones del Metro”.

Ossandón, aseguró que transmitió dicha información al gobierno. “¡Y las quemaron todas!”, añadió.

El senador dijo que “en vez de haber sacado los milicos a la calle debían haber sacado a cuidar la infraestructura crítica”.

CAMBIO RADICAL DE LA VIDA DIARIA

La acuñada frase “nada es gratis en la vida”, calza justo como anillo al dedo a esta situación del Metro.

El artero ataque sufrido no solo afectó su funcionamiento diario, sino que impactó de lleno en el corazón mismo de miles de familias puentealtinas.

Sus rutinas y las relaciones familiares se han visto melladas desde que el Metro dejó de llegar hasta la misma Plaza de Puente Alto.

Lo peor, es que el efecto emocional también se está reflejando en los cientos de trabajadores que han tenido que adelantar todo.

Pasar de una hora promedio desde el hogar hasta las fuentes laborales o sectores comerciales a 3 horas!!! es un cambio brutal.

Es como retroceder más de 15 años, cuando Puente Alto estaba fuera de todo y donde la locomoción colectiva era una peregrinación eterna, por ejemplo, desde Plaza Italia hasta el mismo centro de la comuna.

Walter Imilán, es académico Investigador de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo, Universidad Central de Chile.

Tiene estudios de  Antropología en la Universidad de Chile y territoriales y urbanos a través del Magíster en Desarrollo Urbano del IEUT de la Pontificia Universidad Católica, además realizó una investigación doctoral en la Habitat -Unit de la Technische Universität Berlín.

Para este profesional, quien integra el Núcleo Milenio Movilidades y Territorios (MOVYT), lo primero que se evidenció tras los ataques al Metro es la fragilidad del sistema de transporte en la capital.

“Lo que demostró la interrupción del Metro es que el sistema de transporte y la movilidad cotidiana en Santiago es frágil. No hay un sistema adecuado de transporte en superficie”, describe este Antropólogo.

Para Imilán, el impacto para la ciudadanía no solo es el aumento del tiempo de traslado, sino que su afectación diaria ha sido removida.

“El transporte o movilidad cotidiana no solo es mover gente de un lugar a otro como se ha medido en la planificación del transporte, sino que tiene impacto en todos los aspectos de la vida cotidiana”, aseveró el profesional.

Para este experto en urbanismo, lo principal no está en las 2 ó 3 horas de desplazamiento, sino que pasa antes y después de cada trayecto de las personas.

“Todos los arreglos que tienen que hacer las personas; cadenas de cuidado, los horarios para ir a comprar, hacer las tareas del hogar; las horas de descanso, etc. Es decir, todo se ve trastocado por este nuevo régimen que se empieza establecer en la ciudad. El tema del transporte no es solo cuánto te demoras de un punto a un punto b, sino que hay que entenderlo en todo el impacto que tiene en la vida cotidiana en las personas”, analizó Imilán.

Para él, hay que ir evaluando, si es que se mantiene en el tiempo esta situación, cambios en los centros de trabajo o educacionales, a fin de adecuarlos a la realidad.

Así, por ejemplo, postula a modificaciones en los ingresos y salidas a las faenas laborales y también en los recintos educacionales. También el sector del comercio.

TRANSANTIAGO Y DESARROLLO DE LA CIUDAD

Hace algunos días y en el fin de ofrecer mayores alternativas de conexión desde y hacia Puente Alto, el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones (MTT) implementó una mayor flota de buses para reforzar la conexión con Tobalaba, Plaza Egaña, Quilín, Baquedano, Bellavista – La Florida.

Para el traslado de los usuarios en horas de la tarde, se activó la operación de 177 buses de apoyo a las líneas de Metro, de los cuales un 60% están destinados hacia Puente Alto.

Sus recorridos se inician a las 15:00 hrs., en tanto que la operación habitual de buses se activó a partir de las 16:30.

A esto se suman las 28 extensiones y 3 modificaciones de recorridos que se implementaron para hoy.

Con esto, la totalidad de los servicios de apoyo para esta tarde será de 267 buses.

Sin embargo, para el Imilán el problema pasa más allá de fracasado sistema del Transantiago.

El experto apunta a modificar la composición de las ciudades y terminar con la segregación, que se ejemplifica en los tiempos de traslado de los trabajadores a sus fuentes laborales.

“Esto tiene que ver con un elemento más estructural de cómo se ha ido desarrollando la ciudad y que tiene que ver con la gran segregación socio-espacial que hay en la ciudad y también de las actividades económicas. Solo pensar que la mayoría de los viajes de la ciudad se realizan en una dirección y que están muy definidas, que es el centro de la ciudad y la zona sur oriente de Santiago. Esa concentración económico produce un balance que es muy precario”, afirma el Antropólogo.

A raíz del colapso del sistema de locomoción pública esta situación, dice, se está evidenciando mucho más.

Asimismo, apuntó a que uno de los puntos a analizar es qué pasa en todo el trayecto y la seguridad existente.

En este punto ejemplificó con el caso de las mujeres, quienes no pueden, en algunos puntos de la ciudad, transitar solas, por lo que requiere de una planificación familiar para ir a buscarlas a determinados espacios donde pasa la locomoción colectiva (paraderos).

Walter Imilán deja una reflexión para el final, quien bien puede ser un resumen de todo lo que está viviendo el puentealtino y la puentealtina:

“Este gasto de energía es tremendo y estos gastos no entran en los cálculos de la planificación, también hay que observarlo así. Lo que se ve en Puente Alto es una reorganización de toda la vida cotidiana de las personas para que puedan ir a trabajar un par de horas. Eso es un desgaste para la gente, más agotador y estresante, y una mayor pérdida de calidad de vida. No sólo tiene que ver con la pérdida del Metro en sí mismo, sino que todo lo que tiene que ver asociado al Metro”.

Muchas veces valoramos, cuando perdimos lo que teníamos.

Fuerza Puente Alto.

“CUIDEMOS EL METRO”

El ex alcalde de Puente Alto y actual senador, Manuel José Ossandón, llamó a la comunidad para cuidar lo que queda del Metro y no seguir dañando lo que queda de las estaciones de la Línea 4.

Ossandón recordó  que a Puente Alto le costó muchos años conseguir el ferrocarril metropolitano,  por lo que si se “sigue dañando van a pasar muchos años más, para que lo volvamos a ver funcionar”.

El senador, en este ámbito, solicitó al  Metro que tape y asegure los accesos a las entradas dañadas, ya que de no hacerlo pueden  volver a “quemar y  el daño puede ser mucho más significativo”.

El congresista pidió a los puentealtinos del casco antiguos de la ciudad defender el Metro.

“Este tren es de todo los puentealtinos y es a ellos a quienes le sirve”, subrayó.

(Nota y fotografía en edición impresa de viernes 1/11/19)