No es fácil salir de un país para ir a otro a buscar lo que no encontraste en el tuyo.
Como ha ocurrido siempre, los que emigran tienen que pagar un precio, no solo en lo económico, sino que también en lo humano.
Expectativas que no se cumplen, sueños que de a poco se van convirtiendo en pesadillas o injusticias que no puedes evitar ni enfrentar.
En los últimos años, como nunca en la historia de nuestro país, un número importante de migrantes han llegado a estas tierras para emprender una nueva vida.
Para bien o para mal, Chile se ha transformado en un lugar para cientos de personas que quieren rehacer sus vidas y dar a sus hijos, en muchos casos, una oportunidad de crecimiento.
Quizás puede sonar un poco pretencioso decir que nuestro Chile es como la tierra prometida, pero sin duda que desde afuera ven a este pedazo de tierra como un lugar que da oportunidades.
Puente Alto, no se ha quedado al margen de este proceso, donde un número importante de migrantes ha llegado a la comuna.
Haitianos, Colombianos y Venezolanos se han afincado en estos lares, corroborando que la provincia siempre ha sido tierra para el extranjero.
 
MADRUGANDO PARA UN CUPO
 
Desde el año pasado a la fecha, la Gobernación Provincial se ha convertido en punto de referencia para cientos de migrantes, que han llegado hasta sus dependencias para realizar los trámites para la tan ansiada visa de trabajo.
Si bien este es un proceso que se realiza en todas las dependencias de los gobiernos provinciales, muchos de los migrantes que han llegado hasta acá provienen de otras comunas del Gran Santiago. ¿La razón? La mayoría ha respondido por la agilidad en el proceso y por la buena atención.
Pero para llegar a este proceso, los extranjeros la tienen fácil.
Tal como lo mencionamos al principio, hay que pagar un costo.
En Puente Alto, desde las 20 horas, comienzan a llegar los migrantes para pasar la noche a las afueras del edificio de la gobernación.
El objetivo es estar entre los primeros para asegurar uno de los ochenta cupos diarios que se entregan para el trámite.
 
Reportajes de Puente Alto Al Día conversó con algunas de las personas apostadas en las afueras del recinto público.
Aquí, muchos han tenido que dormir sobre el césped, mientras el resto conversa toda la noche para estar atentos ante cualquier cosa, aunque la 20ª. Comisaría de Carabineros está cerca, lo que da un cierto grado de tranquilidad para ellos.
 
LOS VENEZOLANOS LA LLEVAN
Hace unas semanas, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) entregó los resultados de su Encuesta de Monitoreo de Flujo de Población Venezolana,  donde dio a conocer el perfil de los ciudadanos que llegan a Chile.
De esta forma,  uno de los registros del trabajo indican que el  92,3% de los encuestados en el  aeropuerto  viajaban con su familia y un 2% se trasladaban con amigos y conocidos (un 4% de la población no quiso responder).
En tanto, el 59% de quienes viajaban acompañados e ingresaban por Chacalluta -norte del país- , lo hacían con sus familias, mientras un 49% se movilizaba con amigos y conocidos.
Entre los acompañantes, un 34% eran personas menores de 18 años (63% niñas y 37% niños). En el 83% de los casos estos niños tenían nacionalidad venezolana, en el 4,2% brasileña, colombiana, peruana y chilena. Por su parte, un 63% de ellos eran hijos de los encuestados, nietos o sobrinos (8,3%) y hermanos (21%).
Por otro lado, gran parte de ellos mostró un alto nivel de escolaridad: un 47,8% declaró tener educación universitaria.
En el desglose, el 57,4% de los encuestados en el aeropuerto contaban con educación universitaria, al igual que el 38% de quienes ingresaron por Chacalluta.
Así también, 11% de los respondientes en aeropuerto poseían estudios técnicos superiores, como el 21% de quienes ingresaron por el paso fronterizo por tierra. En tanto, para el 39% de los encuestados en aeropuerto -y para el 37% de quienes respondieron el cuestionario en Chacalluta- el máximo nivel educativo alcanzado es la preparatoria (educación media en Chile).
Y apenas el 2,9% declaró tener sólo educación primaria.
Mayoritariamente, los entrevistados declararon haber nacido en el Distrito Capital (14%), el estado de Táchira (12%), Aragua (12%), Zulia (11%), Carabobo (9,1%) y Lara (8%).
“Soy Jean (38), vengo de Venezuela, del estado de Carabobo. Por el momento vengo solo. Allá quedó toda mi familia, mi esposa y mis tres hijos. Acá estoy con una prima. Acá estoy para tramitar el permiso de trabajo, para después optar por la visa temporal y definitiva. Yo vivo en Recoleta, pero acá el trámite es más sencillo. Aquí todos se sabe. Todos los que estamos acá somos venezolanos”, contó este hombre.
“Mi nombre es Diego, también soy venezolano y vengo del estado de Maracaibo. Aquí en Chile tengo a mi esposa que está en estado (embarazada) ya va a dar a luz. Yo vivo también en otra comuna, pero acá es más rápido. Ahora estoy desempleado. Soy ingeniero industrial. Hay muchas vacantes, pero hasta que no tenga el permiso de trabajo no se abren por completo las puertas”, contó a Reportajes de PALD este joven.
-“Mi nombre es Lenny Sánchez. Yo vivo en Puente Alto, acá por la avenida Nonato Coo. Estoy con mi familia, soy soltera. Soy licenciada en Administración. Se supone que el trámite es más rápido y tengo la ventaja que soy del sector. Ayer vine, precisamente, y me tocó el número 82 y solo reparten 30 números diarios. Lo primero que hicieron fue revisar mis papeles y me dijeron que llegara temprano o que enviara mis papeles por correo. Prefiero entregarlos personalmente. Son 20 días hábiles en la entrega de la visa, relativamente. La primera vez llegué a las cinco y media de la mañana”, detalló Lenny.
-“Yo soy Pedro Cavadía, vivía en Venezuela en la Parroquía el Paraíso, en Caracas, Venezuela. Allá trabajaba en comunicación corporativa de una empresa. Soy comunicador social. La empresa era de seguros y fue intervenida por el gobierno. Duré 11 años allí, pero la situación se hizo insostenible. El 26 de diciembre llegué a Chile: Me recibieron unos amigos que viven acá en Puente Alto. He tratado de hacer los trámites, pero como ya somos muchos, se ha complicado. Ahora en la gobernación hay más gente, por lo tanto no es tan fácil. Toda a gente se ha enterado. Dejé mi familia en Venezuela. Espero que todo sea rápido. La atención aquí en muy buena, las personas son muy afectivas. Esta es la tercera vez que vengo. A penas estoy en el inicio de proceso”, relató este comunicador social.
-”Soy Jessica Morillo, vengo del estado de Trujillo, en Venezuela. Llegué el cinco de diciembre pasado. Me vine con mis dos hijos, uno tiene dos y la otra 11 años. Vivo en Lo Barnechea con mi esposo, que trabaja en un condominio. Yo aún no tengo nada, pero estoy empezando los trámites. Voy a pedir la visa profesional. Soy profesora con mención en informática, yo impartía clases allá”, reveló la joven mujer.
 
QUEDARSE O NO
 
De acuerdo a la OIM,  los dos tipos de visas con mayor porcentaje de uso en los venezolanos  son: Visa de Turista (61,1%), otro (21,8%) y Visa de Responsabilidad Democrática (11.1%).
En cuanto al tiempo de estadía en el país, el 41% declaró no saber cuánto tiempo se quedará, otro 29% señaló que estaría en Chile indefinidamente, un 16% dijo que se quedaría menos de un mes, y un 2% señaló que estaría más de 6 meses en el país.
Según dijeron los consultados, el tiempo de permanencia en Chile dependía en un 39% del desarrollo de la situación socioeconómica y política de Venezuela y en un 27% de encontrar un lugar donde vivir en Chile.
Cabe precisar que de acuerdo al Censo 2017, durante el período 2015-2016 la población de ciudadanos venezolanos aumentó en un 111%.
Solo en  el 2017 experimentó una tasa de crecimiento anual del 218%.  Para la gobernadora, Mireya Chocair, si bien la demanda por el trámite del visado en la repartición pública ha crecido, lo importante es que siguen buscando formas para hacer más cómodo el proceso para los migrantes.
“Como Gobernación atendemos diariamente numerosas solicitudes de extranjeros que vienen con mejores expectativas de vida a nuestro país. A ellos y a todos quienes concurren hasta nuestro edificio los atendemos con la mejor disposición. Se ha sabido, entre quienes han realizado sus trámites en la Gobernación Cordillera que es mucho más expedito que en otros lugares, por eso mismo es que tenemos una creciente demanda, y créanme, todos los días estamos pensando cómo hacer más cómodo y rápido el acceso a la información y a la obtención de permisos y visas. Esta es una tarea que me ha encomendado el Presidente Sebastián Piñera, y junto al equipo de la Gobernación, trabajamos con gran energía y corazón para que todos quienes necesitan hacer sus trámites puedan hacerlos en el menor tiempo posible”, declaró a Reportajes de PALD.
 
De acuerdo a los datos oficiales de la Gobernación Provincial Cordillera, durante el 2018 se estamparon 1.415 pasaportes para visa de trabajo, mientras que durante este 2019 el número va en 156.
Sin duda que el país está viviendo un profundo cambio cultural, un proceso histórico que cambiará el mosaico humano que ahora tenemos, haciéndolo más diverso y rico en muchos aspectos.
Felicidades a los que han completado el proceso y un reconocimiento a las personas que los atienden bien, quienes no hacen más que confirmar lo que dice la canción popular: “y verás cómo quieren en Chile, al amigo cuando es forastero”.
 
(Nota en edición impresa de sábado 26.1.19)